Para los que no tienen un pasado homosexual y no viven con atracciones por el mismo sexo, el título de este artículo probablemente parece una pregunta absurda. Estoy seguro que la mayoría de ustedes están pensando “no puede ser que hay algo bueno con la homosexualidad, mucho menos ‘algo muy bueno,’ entonces ¿porque este título? Bueno, en este artículo espero en lo mejor de mi capacidad explicar la razón por la cual la homosexualidad es tan seductora, tan atractiva para nosotros que tenemos esto en nuestro pasado, y que vivimos con esta orientación como nuestra realidad actual. Mientras empiezo a explicarlo, por favor, ten paciencia conmigo por unos momentos. Te prometo que aunque al principio parece que te estoy guiando a la deriva, quiero probar un punto.
Se hizo un estudio en el 2006 para determinar qué pasa con el cuerpo al tomar un bote de Coca-Cola, 60 minutos después de consumir la bebida. El estudio también indica que Coca Cola no es el único culpable, pero este proceso es igual con cualquier otro refresco “no dietético”. En resumen, “hace estragos en el organismo humano.” El problema principal es el azúcar. . . .
En los primeros 10 minutos: 10 cucharaditas de azúcar entran en tu sistema. (100% de tu consumo diario recomendado.) No empiezas a vomitar inmediatamente debido a la dulzura tan fuerte porque el ácido fosfórico disminuye el sabor para que puedas mantenerlo en tu sistema.
20 minutos: Tu nivel de azúcar sanguíneo sube de repente, causando una “explosión de insulina”. Tu hígado responde a esto al convertir todo el azúcar en grasa.
40 minutos: La absorción de la cafeína está completa. Se dilatan las pupilas, la presión sanguínea sube, como respuesta el hígado echa más azúcar en el torrente sanguíneo. Los receptores de adenosina en el cerebro se bloquean impidiendo el sueño.
45 minutos: El cuerpo aumenta la producción de dopamina estimulando el centro de placer del cerebro. A propósito, físicamente la heroína funciona de la misma manera.
>60 minutos: El ácido fosfórico une calcio, magnesio y zinc en tu intestino grueso, acelerando aún más el metabolismo. Esto se agrava con las dosis elevadas de azúcar y edulcorantes artificiales también aumentando la excreción urinaria del calcio.
>60 Minutos: Las propiedades diuréticas de la cafeína entran en juego. (Te provoca la necesidad de orinar.) Es cierto que ya vas a expulsar del cuerpo la combinación de calcio, magnesio y zinc que era destinada para los huesos, así como el sodio, los electrolitos y el agua.
>60 minutos: Mientras la explosión de energía se va apagando empezarás a tener el bajón de azúcar. Posiblemente te sentirás irritable y/o perezoso. Y ya habrás, literalmente, orinado toda el agua que estaba en la Coca Cola. Pero no antes de infundirlo con los nutrientes valiosos que tu cuerpo habría podido usar por ejemplo para tener la capacidad de hidratar tu sistema o fortalecer los huesos y dientes.”[ii]
Mi vida refleja la vida de esta mujer en muchas maneras. Antes de entregar mi vida a Jesús, habían pocas cosas que yo escogía para poder saciar mi sed emocional más que la homosexualidad. Desde la tierna edad de trece – cuando me sentía solitario, asustado, no amado, insignificante o inseguro – yo aprendí a dirigirme hacia la homosexualidad para responder a estas necesidades muy reales. Y funcionaba. Participar en estas acciones sí me dejaba con el sentimiento de estar satisfecho, amado, bien cuidado, aceptado e importante. Saciaba mi sed, pero solamente momentáneamente. Después de poco tiempo, (como la mujer del pozo), me sentía siempre con más sed, más vacío y solito, y me sentía obligado a envolverme aún más en este estilo de vida para saciar mi sed emocional una vez más. Era un ciclo sinfín, pero yo no me daba cuenta de esto.
Mientras había varias personas con quienes yo estaba envuelto antes de hacerme cristiano, había una relación significante que duró mucho tiempo que empezó cuando yo tenía trece, y seguía hasta un poco más de 20 años de edad. Dado que yo fui criado en un hogar inestable y disfuncional (sin orientación o un ejemplo a seguir en cuanto a cómo ser un hombre joven durante estos años de formación tan importantes), encontré en esta relación lo que yo pensaba era la aceptación y el amor que yo ansiaba, pero que yo no podía encontrar en otra parte. Mientras yo sabía que lo que estaba haciendo era equivocado, emocionalmente yo moría de hambre, entonces yo regresaba a esto una y otra vez. La gente que muere de hambre emocionalmente haría cualquier cosa para satisfacer estas necesidades muy reales. Como fue citado Sy Rogers: “el amor malo es mejor que ningún amor.”
Dado que la homosexualidad era la única “solución” que yo conocía por tantos años, para mí tenía sentido seguir regresando a ella porque era algo familiar y era algo que siempre me hacía sentir mejor temporalmente. Para mí y para muchas más personas, esto es la razón por la cual era tan buena la homosexualidad, y la razón por la cual es terriblemente difícil dejarla; quita la sed; satisface el anhelo emocional. En resumen, funciona.
¿Por qué se emborracha alguien aunque sabe que va a estar con una resaca muy fea en la mañana? ¿Por qué toma alguien drogas para sentir euforia cuando sabe que en poco tiempo va a sufrir una “caída” química? ¿Por qué gasta alguien todo su sueldo en ropa o aparatos de alta tecnología que no necesita cuando sabe que no va a poder pagar las cuentas la semana que viene como resultado? ¿Por qué se llena alguien por completo con comida chatarra hasta el punto de no poder moverse, aunque sabe que se va a arrepentir la próxima mañana? Porque funciona; porque sacia una sed emocional y realmente te hace sentir mejor; por algún tiempo.
No deje la homosexualidad porque era tan terrible. No lo era. Deje la homosexualidad porque encontré algo mejor, algo que sacia la sed emocional para siempre. Por difícil que sea entender esto si no tienes este pasado, la homosexualidad era “muy buena” porque funcionaba. Proporcionaba lo que yo buscaba. El problema es que no era nunca suficiente. Y después, había el problema de mi conciencia. Yo fui criado en un hogar donde se enseñaba la biblia, entonces yo sabía que lo que hacía era equivocado, pero después de hacer algo una y otra vez, una conciencia culpable no es suficiente como incentivo para dejar de hacerlo. Yo era siempre el “ejemplo ideal” de alguien que iba a la iglesia y era “religioso” pero no conocía a Jesús. Así que la homosexualidad solucionaba un problema en mi vida y siempre regresaba a ella para sentirme mejor.
Pero como la mujer del pozo, Jesús entró en mi vida y me ofreció algo que podría saciar y satisfacer mucho mejor. Cuando me di cuenta que me ofrecía agua que gratificaría mis necesidades emocionales en una manera duradera y eterna, algo que no podía hacer la homosexualidad, Jesús era la elección obvia, el producto autentico, el pozo ideal para buscar mi agua y es adónde voy para tomar hoy en día.
Adicionalmente, permíteme decir que si intentas convencerle a alguien que necesita dejar de vivir en la homosexualidad porque para ti es algo repugnante e inmoral, no funciona. Para ellos no es repugnante y de hecho, es exactamente el contrario; responde a sus “heridas y dolores” y aparentemente provee amor, aceptación, y compañerismo. ¿No es lo que todos nosotros estamos buscando? ¿Entonces porque van a dejar algo que logra mucho para ellos solo porque tú no estás de acuerdo o que tú no lo harías? Tú tienes que convencer a la persona, con amor y paciencia, que hay algo que se le ofrece que es aún mejor. Tienes que tomar el tiempo para demostrarle, con paciencia y afecto, que el amor y la aceptación que busca, se satisface por completo en Jesús en una manera que la homosexualidad jamás podría hacerlo.
El refresco tiene un buen sabor y sacia la sed por un poco de tiempo, es cierto; pero el agua fría, transparente y refrescante es mucho más eficaz y no te hace daño. La homosexualidad es una falsificación barata comparada con el producto autentico, que es Jesús. Hay que demostrar que Jesús es una opción más inteligente y ventajosa que se puede escoger para saciar la sed. Por no mencionar también que Pablo dice a todos los cristianos “¿No me toca a mí juzgar a los de fuera?” (1 Corintios 5:12). Sin embargo muchos en la iglesia se sienten obligados a juzgar a las personas mismas que necesitamos salvar, sin hacer esfuerzos para entender compasivamente que la homosexualidad no es peor que los pecados que ellos mismos han cometido en la busca de satisfacción sin Jesús.
En este sentido, ¿no somos todos iguales? ¿No es cierto que cada uno de nosotros – sin excepción – es culpable de ir al pozo equivocado para satisfacer nuestras necesidades? ¿No somos todos responsables de malgastar años tomando algo que saciaba la sed solo por un poco de tiempo? ¿No somos todos culpables de haber comprado estos productos falsificados? A pesar de nuestro vicio: alcohol, drogas, relaciones, comer excesivamente, bulimia, adicciones sexuales, pornografía, adicciones al trabajo, sueño, compras en línea, apostar, fumar, juegos videos, juegos en línea o homosexualidad; ¿no somos todos iguales?
Todos nosotros, (juntos con la mujer del pozo), necesitamos el agua fresca, limpia y pura de Jesús. Y, hasta el momento en que se nos presenta la opción, cada uno de nosotros hacíamos lo que conocíamos, lo que habíamos aprendido, lo que funcionaba. Aunque sabíamos que estas cosas nos iban a hacer daño, participábamos en ellas de todos modos porque funcionaban; saciaban la sed, aunque sea por poco tiempo. ¿Ni siquiera hay una persona inocente?
Este artículo no tiene el propósito de responder a la pregunta de la causalidad. Este tema se trata en otra parte de este sitio; más bien tiene el propósito de proporcionar a los entre ustedes que no viven con atracciones por el mismo sexo una nueva perspectiva, con la esperanza de que te ayudará a apreciar de que independientemente de nuestros retos; “Todos se han ido por mal camino; todos por igual se han pervertido. ¡No hay quien haga lo bueno! ¡No hay ni siquiera uno!" (Romanos 3:12). Está escrito también con la esperanza de que tu mires el problema a través de un nuevo conjunto de lentes, apreciando de que las necesidades son verdaderas y que Dios quiere que presentemos a Jesús con amabilidad, paciencia y ternura a todos que son homosexuales; informando a la gente que hay una opción disponible que es mucho mejor que la homosexualidad, para que nunca más tenga sed.
[ii] "Living Water Part 1." Door of Hope. Setting Captives Free. 21 de agosto 2008 <http://www.settingcaptivesfree.com>.